¡Me duele al amamantar! Aprende cómo mejorar el acople para evitar grietas en el pecho

¡Me duele al amamantar! Aprende cómo mejorar el acople para evitar grietas en el pecho

Deja de sufrir al alimentar a tu bebé. ¡La lactancia no debe doler! Aunque a ti te parezca que el bebé está bien agarrado a la teta, si duele es porque hay un problema de acople.

Normalmente las grietas se dan porque el bebé, al estar mal colocado durante la toma, debe esforzarse por mamar o incluso, tironear, y eso es lo que te está ocasionando dolor.

¿Cómo saber si está bien acoplado al pecho?

  1. El bebé debe acoplarse a la areola, no al pezón. Muchas madres creen que su lactancia fracasará porque tienen pezones invertidos o planos, pero lo cierto es que el bebé no debe agarrar el pezón, sino la areola.
  2. El acople debe ser asimétrico. Esto quiere decir que no debe tomar toda la areola, sino que debe agarrar más con su labio inferior que con el superior. El labio de abajo del bebé se acopla hasta el borde de la areola, incluso tocando un poco de piel, mientras que el labio superior no alcanza a llegar hasta el borde de la areola, sino que cubre solo un poco de esta. Así, la nariz queda liberada y el mentón queda pegadito al pecho.
  3. El labio inferior debe estar evertido, es decir, hacia afuera, no hacia adentro.
  4. Su cabeza debe estar alineada con el resto del cuerpo. Fíjate que no esté chueco bebiendo. Por ejemplo, si está mamando estilo cuna, su pancita debe estar mirando hacia tu pancita, no hacia arriba. Si su cabeza está girada y el resto de cuerpo hacia arrib
  5. a, le costará mucho succionar y eso te ocasionará dolor.
  6. No hay ruidos superficiales. Si está correctamente acoplado, quizás escuches como traga o respira, pero no hay sonidos superficiales como si estuviera sorbiendo de una bombilla.
  7. Sus mejillas no se hunden. Cuando el bebé solo se agarra al pezón es normal ver que se le hacen unos agujeritos en las mejillas. Esto sucede porque debe hacer mucha fuerza para poder succionar la leche. Si hay un buen acople, el bebé no se debe esforzar demasiado.
  8. El bebé vacía el pecho. Si luego de la toma, sigues sintiendo tus senos congestionados, es que no ha logrado vaciarlos porque la succión no ha sido efectiva.
  9. No hay dolor. Esto es fundamental. Si hay un buen acople, no hay dolor ni al comienzo de la toma ni durante ella. Quizás pueda sentir una leve molestia, pero nunca dolor ni menos grietas.

Guía para un buen acople al pecho, paso a paso.

  1. Acomódate. Es importante que el bebé se adapte a ti, no tú a él. Así que ponte en una posición que te resulte cómoda, date el tiempo necesario para ello. Quizás con algún cojín para que te sostenga el brazo y uno para tu espalda o cabeza. Si eres tú la que se adapte al bebé, es probable que arquees la espalda o que te duelan los brazos y tarde o temprano el acople sufrirá las consecuencias y dolerá.
  2. Pon la nariz del bebé al nivel de tu pezón. Este paso es clave, ya que al hacerlo obligas al bebé a abrir grande su boca y a extender su cuello llevando la cabecita un poco hacia arriba, lo que permitirá que el pezón se ubique hacia la parte del paladar superior más suave (no tan afuera) y el bebé podrá agarrar toda la areola inferior.
  3. Haz un sándwich con tu seno. Una vez que el bebé abra su boca, presiona tu mama para que entre más fácilmente al interior de su boca, haciendo una especie de sándwich. Este debe ser paralelo a sus labios, no perpendicular.
  4. Ubica su cabeza. Con la mano libre, lleva su cabeza hacia tu pecho, ayudándolo a encajarse y pegándolo a ti. La idea es que estén tan unidos que no pueda pasar ni una hoja entre ustedes.

¿Cómo sanar los pezones agrietados por la lactancia?

  1. Corrige el acople. Lo primero y más importante es que corrijas el acople para que no te sigas agrietando. Te recomiendo consultar con una consejera de lactancia para que te asegures de hacerlo correctamente.
  2. Evita las cremas. Si tienes grietas que sangran, lo mejor es dejar los pechos al aire para que las heridas se puedan secar. Si no hay grietas abiertas, sino resequedad y dolor, puedes aplicar unas gotitas de aceite de oliva después de dar el pecho. No es necesario limpiar antes de amamantar nuevamente.

Recuerda que la lactancia materna es el mejor alimento que le puedes dar a tu bebé, así que si tienes dolor es importante que en vez de recurrir a la fórmula como primera solución, corrijas el acople y comiences a disfrutar tu lactancia.